Keep It Simple …
«Si tu intención es describir la verdad hazlo con sencillez; la elegancia déjasela al sastre» (Albert Einstein)
«La simplicidad es la máxima sofisticación» (Leonardo Da Vinci)
La frase del título significa «mantenlo simple» o «mantenlo sencillo»; – «hacelo fácil» sería mas aproximado a nuestros usos del lenguaje -, y su aplicación es muy utilizada en el funcionamiento de los diferentes sistemas, ya sean estos de carácter administrativo, de producción, de comercialización y otros. La premisa parte del principio básico que establece que los sistemas funcionan mejor si se mantienen simples, que si se tornan complejos; por ello, la simplicidad siempre debiera ser mantenida como un propósito clave en el diseño de cualquier sistema.
Con el transcurso del tiempo los amantes de los acrónimos agregaron una letra ese al original KIS (Keep It Simple) y lo transformaron en KISS (beso en inglés), indicando de esta manera Keep It Simple, Stupid, concepto ampliamente utilizado como principio de diseño en cualquiera de sus facetas.
A continuación una serie de historias, siempre solicitadas y apreciadas por los lectores, relacionadas con el principio de simpleza:
Historia 1: Cuando la NASA comenzó con el lanzamiento de astronautas al espacio, descubrieron que los bolígrafos no funcionarían con gravedad cero, pues la tinta no bajaría hasta la superficie donde se deseara escribir. Resolver este problema, llevó muchos años y un abultado presupuesto en dólares. Como consecuencia de ello desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo gravedad cero, al revés, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie incluyendo cristal y en un rango de temperaturas inferiores al punto de congelación, hasta superar los 300 grados centígrados. A todo esto; que hicieron los rusos – competidores en la carrera espacial con Estados Unidos -, para solucionar el problema: llevaron un lápiz.
Historia 2: Otro caso de estudio ocurrió en Japón donde una de las mas grandes compañías dedicada a la venta de productos de limpieza recibió la queja de un consumidor que compró una caja de jabón y la misma estaba vacía. Inmediatamente, la dirección de la empresa aisló el problema en la cadena de montaje que transportaba todas las cajas empaquetadas de jabón, al departamento de reparto. Los altos cargos solicitaron a sus ingenieros que encontraran una eficiente y rápida resolución al problema. Los ingenieros comenzaron su labor con el propósito de idear una máquina de rayos X con monitores de alta resolución manejados por dos personas y así poder vigilar todas las cajas de jabón que pasaran por la línea de montaje, como forma de asegurarse que no estuvieran vacías. Cuando a un empleado de una empresa pequeña se le planteó el mismo problema, no entró en complicaciones de rayos X, robots, equipos informáticos y otras cuestiones que además tenían un costo difícil de afrontar; en lugar de ello adquirió un potente ventilador industrial y lo apuntó hacia la cadena de montaje, encendió el ventilador y mientras cada caja pasaba por el ventilador, las que estaban vacías simplemente salían volando de la línea de producción.
Historia 3: Un magnate hotelero viajó a una ciudad de Asia por segunda vez a un año de distancia de su primer viaje, al llegar al mostrador del hotel – inferior en estrellas a los de su cadena -, el empleado le sonrió y lo saludó diciéndole: «Bienvenido nuevamente señor, que bueno verlo otra vez en nuestro hotel»; sorprendido en gran manera ya que a pesar de ser una persona tan importante, le gustaba el anonimato y difícilmente el empleado tendría tan buena memoria para saber que estuvo allí un año antes. A su regreso, muy impresionado con el gesto, quiso imponer el mismo sistema en su cadena de hoteles. Entonces puso a trabajar al personal en este asunto, para encontrar una solución a su requerimiento. La solución propuesta fue buscar el mejor software con reconocimiento de rostros, base de datos, cámaras especiales, tiempo de respuesta en microsegundos, capacitación de personal con un costo millonario en dólares. Ante esta realidad, el magnate prefirió viajar nuevamente a aquella ciudad y sobornar al empleado de aquel hotel para que le revelara la tecnología que aplicaban. El empleado no aceptó soborno alguno y detalló como desarrollaban la estrategia; mediante la misma, tenían un arreglo con los taxistas que transportaban huéspedes al hotel, quienes preguntaban a sus pasajeros si ya se habían hospedado en el hotel al cual lo estaban trasladando y si la respuesta era afirmativa, cuando el taxista dejaba el equipaje hacía una seña y de esa manera, se ganaba un dólar.
Esto nos muestra que muchas veces, la cantidad de recursos disponibles impacta en la forma de solucionar los problemas, pareciera que a mayor cantidad de recursos, las soluciones a los problemas tienden a ser mas complicadas y por el contrario, a menor cantidad de recursos disponibles, la simpleza aflora y nos brinda soluciones sencillas y menos costosas a los mismos problemas.
También debemos reconocer que existen cosas que no son susceptibles de simplificación, o sea que el «mantenlo sencillo» tiene límites. Pensemos las veces que nos encontramos con personas que tienden a «simplificar todo» sin límite alguno. Para ellos, este relato de Ernesto Sábato en «Uno y El Universo» (1945): «DIVULGACION» «Alguien me pide una explicación sobre la Teoría de la Relatividad de Einstein». «Con mucho entusiasmo, le hablo de tensores y geodésicas tetradimensionales». «No he entendido una sola palabra», me dice. «Reflexiono unos instantes y luego, con menos entusiasmo, le doy una explicación menos técnica conservando algunas geodésicas, pero haciendo intervenir aviadores y disparos de revolver». «Ya entiendo casi todo» dice mi amigo con bastante alegría; «pero hay algo que todavía no entiendo: esas geodésicas, esas coordenadas …». «Deprimido, me sumo en una larga concentración mental y termino por abandonar para siempre las geodésicas y las coordenadas; con verdadera ferocidad me dedico exclusivamente a aviadores que fuman mientras viajan con la velocidad de la luz, jefes de estación que disparan un revolver con la mano derecha y verifican tiempos con cronómetros que tienen en la mano izquierda». «Ahora si entiendo la relatividad !!!!!» exclama mi amigo con alegría. «Si», le respondo amargamente, «pero ahora no es mas la relatividad».